Páginas


13 julio 2009

Cáncer.

El sábado era un día normal. Sí, de esos sábados que deseas levantarte a las 11 o 12 pero como suena el despertador y te arriesgas a que echen del curro y te mueras de hambre pues te levantas a las 7 y media como el resto de los días menos los domingos (exceptuando los de navidad que todos los que trabajamos en comercios pues pringamos).

El tema es que como la mitad de mis genes mentales es de tía, no soy completamente feliz si no hago dos cosas a la vez o en este caso las pienso. Llegué al trabajo y empecé la jornada como siempre, haciendo lo que hago el resto de días, pero esta vez no le hice caso al [maldito] hilo musical de Carrefour y decidí buscarme mi propio entretenimiento en segundo plano.

Mientras pensaba en lo mierdosas y cutres que son ciertas marcas de TDT que ahora se aprovechan del apagón para vender basura que no hubieran vendido en sueños durante el resto del tiempo se me ocurrió algo. Empecé a pensar en qué haría si fuera al médico y me diagnosticaran un cáncer (da igual de qué, pues me quedaré calvo igual). La razón de por qué este tema y no otro lo desconozco, tal vez la infección de garganta que sufrí hace dos semanas, tal vez el aburrimiento, o tal vez que estoy enganchadísimo a mujeres desesperadas y Lynette tiene un tumor en la cabeza.



Realmente haría miles de cosas en un par de meses que ahora las hago en años. Vaya desperdicio de vida, hace falta que un matasanos te diga que te vas a morir / quedar calvo (es lo mismo) para que hagas esas cosas que ahora no haces por una excusa diferente al día.

No hay comentarios: