Sólo por marketing y demás razones financieras, a un grupo de determinadas personas (dudo que entre ellas hubiera alguna mujer) se les ocurrió algo que en el futuro cambiaría la forma de vida de mucha gente. En aquella época Evax tenía el monopolio estatal de las compresas y claro, había que sucumbirlo de algún modo... llega a nuestro país AUSONIA, con su nuevo invento a la última tecnología: un ovillo de algodón más absorbente que un Oddish en celo, adherido a un hilo para su extracción.... eso es, el TAMPÓN. Ahora mi duda es la siguiente: durante ese breve pero intenso periodo del mes en el que las mujeres deben pagarle a Dios su osadía, sus pecados y el haberle dicho a Adán hace miles de eones que se comiera una manzana de un jardín paradisíaco más falso que el césped de Carrizal, entre tampón y tampón, ¿hay que lavarse el coño?
2 comentarios:
Probablemente hubiera sido mejor mas efectivo inventar un tampon limpiador y luego otro para la retencion xDDD
Jajajaja sí... pero bueno, la gente no aprende.
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